20 abr 2012

Análisis - Call of Duty: Modern Warfare 3


El título más esperado de todos los tiempos. El título más grande de todos los tiempos. El título más odiado de todos los tiempos. Muchas son las formas a las que se ha referido la comunidad de videojuegos a 'Call of Duty: Modern Warfare 3', la actualización anual de la saga bélica de Activision que esta vez vino acompañada de una polémica mucho mayor a lo que acostumbra arrastrar la franquicia. Mucho ha pasado ya desde que la saga de los Infinity Ward originales inicase su andadura en la presente generación, una andadura que se ha ido forjando a base de un éxito comercial cada vez mayor, una necesidad inmanente de otras compañías por emular sus aciertos y un odio cada vez mas visceral e irracional por parte de uno de los sectores del público. ¿Es 'Call of Duty: Modern Warfare 3' uno de los shooters bélicos más brillantes de todos los tiempos o es una tomadura de pelo como un número cada vez mayor de personas parece creer?

Esta generación, más que ninguna otra, ha conseguido hacer de los videojuegos uno de los mayores sectores de éxito comercial y crítico, por un lado con algunas de los mejores juegos de todos los tiempos, y por otro lado adoptando una filosofía de mercado que mucho se podría comparar con el de las grandes producciones hollywoodienses. Es raro ver un juego que ha disfrutado de éxito comercial y que no haya sido convertido inmediatamente en una trilogía. Algunas compañías han ido más allá y someten a sus franquicias estrellas a un ritmo anual, con entregas que si bien no muestran demasiada evolución la unas respecto a las otras si que podemos apreciar cierta sensación de progreso. En los tiempos que vivimos Call of Duty bien podría ser el paradigma de todo esto, que desde 2007 nos ha dejado cinco títulos, 'Call of Duty 4: Modern Warfare', 'Call of Duty: World at War', 'Call of Duty: Modern Warfare 2', 'Call of Duty: Black Ops', y el que hoy nos ocupa.

Parece ser que un cierto número de personas se siente ofendida por esta política. Parece ser que este número de personas no se dan cuenta de que nadie les obliga a comprar estos títulos, nadie les obliga a adquirir los DLC's que a estos acompañan (lastre que arrastran todos los títulos del mercado) y que tienen un número mucho mayor de opciones a la hora de adquirir un videojuego. Sin embargo, a cada anuncio oficial de cada título de la firma, salen de nuevo poniendo el grito en el cielo acusando a Activision de peseteros (que me venga a decir alguien que compañía no lo es). Lo que toda esta gente no saben es que Call of Duty es una franquicia que hoy se torna necesaria en el mundo de los videojuego, y de la que muchos desarrolladores podrían aprender muchas cosas.


Porque Call of Duty se ha sabido adaptar a los tiempos modernos, y este MW3 es la prueba definitiva de ello. Su campaña, el tantísimo criticado pasillo con enemigos que salían cual galería de tiro, es de lejos una de las mejores experiencias de shooter que hay en el mercado. Evidentemente el producto acusa la falta de un ciclo más largo de desarrollo y termina superando por poco las cinco horas de juego, pero eso no quita que sean unas cinco horas muy depuradas, con a penas momentos de baja jugabilidad, entretenidas y donde no encontramos muchos de los lastres que los shooters modernos suelen tener (lastres que por otra parte se deben a esta misma saga, todo sea dicho). A nivel de historia, es posiblemente la entrega mejor narrada de la saga, y en un nivel de producción  que roza la perfección todos los niveles respiran epicidad por un tubo, gracias en parte al buen trabajo que se ha realizado con la banda sonora. Falla en algunos momentos pretendidamente dramáticos, pero también ofrece otros verdaderamente épicos. 

Gráficamente el juego cumple, y es que otro de los aciertos que tiene este juego es el no obsesionarse con el apartado visual. Mucho se le ha atacado por ahí, pero lo cierto es que con un  nivel limitado (es un juego pensado para consolas y desarrollado para consolas, pues este es otro de sus aciertos: darse cuenta de donde reside el presente y futuro de los videojuegos) consige brindarnos una experiencia mucho más inmersiva que la de otros pretendidos shooters en los que no sabríamos si estábamos jugando o viendo fotogramas de imagenes reales de la guerra a.k.a. no-me-hagas-reir-DICE. 


La línea continuista también se ha optado por mantener en el modo multijugador: no incorpora grandes novedades desde lo visto en la última entrega, pero es que el modo multijugador de este último era inmenso. Todos los aciertos que han mantenido a lo largo de la andadura de la franquicia continuan, con el sistema de niveles, las altas opciones de personalización de las armas, la variedad de modos de juego y la variedad de mapas (unos mapas en los que parece que se ha puesto también mucho más empeño a la hora de su diseño). El multijugador es más rapido y es más arcade de lo que podría ser, por ejemplo, el del Battlefield 3, que ofrece una experiencia más amplia, casi una simulación. Cada uno aquí que busque lo que más le guste. Parece ser, aún así, que las novedades introducidas en el multijugador de esta entrega no han sido muy bien recibidas, al respecto de las cuales no tengo una opinión formada: bien sea porque aún no me he encontrado con ninguna, o bien sea porque no juego al multijugador a un nivel tan profesional como para darme cuenta de las mismas.

La poca duración que tiene la experiencia "offline" de los Call of Duty es quizá el elemento más usado a la hora de criticarlo, junto con las pocas novedades que una entrega incorpora con respecto a la otra. MW3 ofrece, aparte de su excelente campaña una batería de modos de operaciones especiales, entre los que destaca el modo supervivencia: un complemento perfecto, divertido, completo y variado que además de suponer un desafío real se disfruta tanto o más que el multijugador. Si parte de si merece la pena comprar un juego ahora resulta que se mide por las horas que uno le puede echar (cosa muy sensata, el precio de los juegos es muy elevado y uno debe buscar un producto completo), nadie puede decir que este Call of Duty es un producto a medio terminar o que deja el lado para un jugador muy descuidado: la vida que la campaña y el modo operaciones especiales dan al juego, independientemente del modo multijugador (sin el cual el producto tampoco tiene todo su sentido) son considerables.


Evidentemente Call of Duty no es el título más grande de todos los tiempos, así como no era el más esperado ni merece ser el más odiado. Call of Duty es la respuesta de una industria que trata de responder a unas necesidades financieras y de adaptar un modelo de producción que satisfaga al consumidor (no olvidemos la célebre frase de Troy McClure en los sempiternos simpsons "Secuela. ¿Hay palabra más exitante para el alma humana?"). El odio que hacia el se ha promulgado nace a partes iguales del odio que suscita lo que tiene éxito y se ve popularizado, y de la necesidad de una parte de la comunidad gamer de reafirmar su identidad frente a lo que consideran una amenaza simplemente por el hecho de que a ellos les gustaba antes de que se popularizase masivamente. Y en el caso de que los haya (me costaría creerlo), a los jugadores que año tras año se lo compran y forman parte de este colectivo que protesta por la poca evolución que muestra la saga...macho, creo que cinco entregas son suficientes para que os hagáis una idea de lo que os vais a encontrar en cada juego nuevo que salga. 

Así que, a fin de cuentas, 'Call of Duty: Modern Warfare 3' es un shooter muy cuidado, con una campaña divertida pese a su brevedad, con un modo de operaciones especiales muy divertido y un multijugador muy adictivo. En una generación donde juegos con un periodo de desarrollo mucho más largo son al final auténticos desastres, Call of Duty nos propone un entretenimiento sano y de calidad.



Ficha

Título: Call of Duty: Modern Warfare 3

Desarrolladora: Infinity Ward, Sledgehammer Games

Distribuidora: Activision

Plataformas: PlayStation 3, Xbox 360, PC, Wii

Valoración: 89/100





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